Sunday, June 26, 2011

Los Amanes siempre terminan ahorcados en su propia horca.

Si usted ha leido el libro de Ester sabrá a que me refiero con este título. Puede que le suene fuerte pero es una gran verdad sacada de la Biblia. Amán era una persona insatisfecha. Un hombre que poseía riquezas, glorias y el favor del rey. Era tanto su egocentrismo que perdió los estribos por el hecho de que un hombre llamado Mardoqueo se negó a rendirle pleitesía. Esto le carcomió tanto su alma que no solo quiso vengarse de Mardoqueo sino de todo paisano de Mardoqueo. Cuando el ser humano se llena de soberbia, nada le satisface. Su ego quiere más y más gloria..A continuación les mostraré algunas características de Amán. Roguémosle pues a Dios que no seamos como él, mas bien que seamos humildes, y así  recibir la gracia de Dios.
Aman a pesar de tener privilegios y ser engrandecido, era un vanidoso, soberbio, envidioso, iracundo, lleno de odio y maldad. Le hacía la vida imposible a los hijos de Dios. Se levantó contra los hijos de Dios. Los Amanes de hoy en día hacen lo mismo, se levantan contra los hijos de Dios, le hacen la vida imposible. Todo esto por el simple hecho de que los hijos de Dios no le siguen su juego  o sus caprichos. Planean el mal contra los siervos de Dios,hablan mal de ellos, los desacreditan. A Amán le gustaba que le dieran coba, que le rindieran pleitesía, que le dieran importancia. Los amanes actuales cuando ven al cristiano que busca de Dios y que no se confabula con ellos , se le va el gozo y se sienten amargados y frustrados.Dios humilla al que se ensalza, da al humilde bendición. Dios resiste a los soberbios, da gracia a los humildes. Defiende a los suyos de los amanes perversos.La victoria es de los que son perseguidos y maltratados por los Amanes prepotentes. Aman murió en la misma horca que había preparado para Mardoqueo. Dios todo lo ve, ve lo que te hacen , dicen o planean hacer a tus espalda. El no dejará que te hagan daño. Jehová te defenderá y te hará justicia. Los Amanes siempre terminan ahorcados en su propia horca. Eso es así.
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 Dios les bendiga.
Magdalena Gómez

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